LOS CUENTOS DE DOÑA PREGUNTONA

jueves, 23 de diciembre de 2010

      
   
abía una vez una niña que se llamaba Preguntona, porque a todos les hacía preguntas

¿Por qué sale el sol?
¿Cómo nacen los niños?
¿Dónde está Dios?
¿Por qué la tierra es redonda?
¿Por qué llueve?
¿Por qué la luna es finita y a veces es redonda y amarilla y otras veces no se ve?
¿Por qué la gente llora?
¿Por qué los flamencos tienen medias rosadas?
¿Y los leones melena y los elefantes trompa?

Y así un sinfín de preguntas que nunca encontraban la respuesta adecuada, o que no la tenían según sus padres y maestros.
Preguntona enloquecía a todos con sus preguntas hasta que un día, cerca de las Navidades pasa por la librería de Gabriel y ve un arbolito de Navidad que en lugar de bombitas tiene libros colgando de sus ramas y Gabriel le dice

Preguntona, encontrarás la respuesta a tus preguntas en estos libros, cada uno te irá enseñando el camino y te abrirá la mente a nuevas preguntas y respuestas

Y entonces Gabriel le regaló a Preguntona todos los libros que colgaban del arbolito y ella se fue contenta a su casa a leerlos

La mamá al verla llegar le dijo a Preguntona
¿De dónde sacaste tantos libros?
Me los regaló el librero.
Y la mamá pensó, cuánto le durará el entusiasmo a Preguntona, ya que su hija enseguida se aburría de todo...seguro que dentro de un ratito, volverá a merodearme y a fastidiarme con sus preguntas....sí, cuánto más lea, más preguntas me hará...
Pero Preguntona se fue a su cuarto y colgó de un piolín todos los libritos y los fue bajando de uno en uno, había libros rojos, amarillos, verdes, azules, y cada dibujo era un descubrimiento, empezó a leer poesías, le gustaban los poemas porque eran música, pura música, y los leía buscando un ritmo

La bruja, la bruja
se pierde en el aire
sino lleva brújula

Y entonces Preguntona le pidió a su mamá un pote de agua y detergente y fabricó un palito con un redondel y comenzó a soplar y llenó de burbujas toda la habitación

¿Qué hacés Preguntona? Dijo su madre
Estoy encerrando mis versos en una burbuja, mamá.
Su madre sonrió y pensó que quizás los libros pudieran curar de una vez por todas la curiosidad de Preguntona y su manía de preguntar y preguntar....

Te daré mi corazón
En una pompa de jabón

Se animó a rimar Preguntona

Y encontró estos versos preguntones

Quién dibuja las nubes?
y quien pinta colores
en los pétalos de las flores?

Quién enciende el sol
y tomando un pincel
fabrica un redondel ?

Quién crea los sonidos
del viento y sus aullidos?
Quien le pone un delantal
blanco de percal
a la luna otoñal?

Y quien enfría la escarcha
y quien moja la lluvia
y quien levanta el sol
y como el caracol
se asoma a la ventana?


Y entonces Preguntona pensó que este poema de las preguntas tenía una respuesta: DIOS, si, ella pensó que Dios era un pintor, un tanto distraído y juguetón.....

Quién me deja monedas
Bajo la almohada
Cuando se cae un diente
De madrugada?

Y quién enciende las luces
De las luciérnagas
Cuando la noche oscura
No tiene estrellas?

Y quién se bebe el agua
Y se come el pasto
De los viejos camellos
Y me deja regalos
En los zapatos?

Y quién lee la carta
Que yo le mando
Todos los 6 de Enero
A los reyes magos?

Y así Preguntona, comenzó a escribir poesías y llamó a sus poemas ADIVINANZAS

Y adivina adivinador, Preguntona fue creciendo con miles de historias que colgaba del piolín, porque los libros para ella eran como pajaritos supendidos de un piolín que le enseñaban a volar cada vez más alto, bombitas luminosas que adornaban un árbol de Navidad, cartas que vienen y van.

Estos libros son pájaros y nunca los aprisionaré en un estante de la biblioteca, le decía a su madre cuando le pedía que ordenara su cuarto y guardara los libros.
Tenés razón, Preguntona, le decía su mamá, los libros son pájaros sin jaula.

Y de tanto leer Preguntona se fue encariñando cada vez más con las palabras y comenzó a escribir no sólo poemas sino cuentos y luego los colgaba del piolín como ropa tendida, pese a las protestas de su mamá que quería que Preguntona dejara de una vez esa manía de colgar papeles y libros por el aire.

Pero como toda escritora Preguntona quiso ser leida y entonces comenzó a formar con sus poemas y cuentos distintas figuras, primero hizo barquitos de papel y los hizo navegar por las acequias de las veredas y se quedó esperando que algún niño que lo leyera le mandara una respuesta. Entonces se sentó en el cordón de la vereda esperando que el barquito retornara. Hasta que una tarde llegó la respuesta, la punta del barco hecho con papel de diario encalló en su zapato y preguntona leyó una letra despatarrada que decía:

Me gustó tu poema barco, ahora quiero un poema que sepa volar, y entonces Preguntona tomó al azar un poema del piolín e hizo un avioncito de papel y subiéndose a la terraza dejó que un viento juguetón lo remontara como un barrilete y lo vió perderse por los techos de las casas.

Y entonces se quedó en la Terraza mirando el cielo a ver si su lector invisible le mandaba una respuesta y una tarde vió un barrilete ondeando en el aire que una ráfaga de viento hizo aterrizar en la cima de un árbol, Preguntona se subió al árbol y encontró un mensaje:

Las palabras te harán felíz Preguntona
Con ellas crecerás y alimentarás los sueños
De todos tus lectores
Ahora quiero que tus palabras se multiplique en libros

Y Preguntona empezó a soñar que era una escritora famosa y que todos los libros que escribía ardornarían el arbolito de Navidad de Gabriel el librero del barrio y que otros niños podrían leerlos y colgarlos de un piolín para aprender a volar.

Corriendo por la escalera bajo al patio de su casa y le dijo a su mamá:

¿Sabés que voy a ser cuando sea grande?
ESCRITORA dijo Preguntona con orgullo.
Y fue a su cuarto y descolgó los papeles del piolín y los fue acomodando en una carpeta para ver a Pedro, el imprentero y pedirle que le hiciera su primer libro, y ¿cómo se llamará el libro le preguntará Pedro El imprentero? DOÑA PREGUNTONA.

Y colorín, colorado, la historia de DOÑA PREGUNTONA se ha acabado...

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